Las várices esofágicas son venas hinchadas en el esófago. Estas venas pueden agrandarse considerablemente y estar sujetas a hemorragias que pueden dañar el tracto gastrointestinal. Las várices esofágicas son una condición potencialmente seria. Sin embargo, existe un tratamiento que puede ayudar a las personas con estas venas dilatadas, llamado ligadura varicial endoscópica — EVBL, por sus siglas en inglés.
Al realizar la EVBL, se introduce suavemente un endoscopio con una pequeña cámara en su extremo a través de la boca hasta el esófago. Esto permite al médico ver claramente las venas dilatadas. El médico examinará las venas y sujetará las que sangran con pequeños ligaduras de goma. Esto es crucial ya que previene cualquier daño adicional al esófago. Con el tiempo, no te preocupes, estas pequeñas ligaduras se reabsorberán por sí solas y el cuerpo humano las absorberá, sin ningún problema.
Estudios publicados demostraron que la EVBL fue muy efectiva para controlar el sangrado de las várices esofágicas. De los pacientes con esta condición, esto significa que hay una buena posibilidad de que la mayoría tenga éxito con este tratamiento. Por otro lado, esta es una buena noticia para aquellos que tienen esta condición porque les permite evitar cirugías mayores, complicadas y de larga recuperación.
La mayor diferencia de EVBL con la cirugía tradicional es que es mucho más segura. A diferencia de los procedimientos quirúrgicos estándar, que pueden implicar incisiones grandes en el cuerpo y el uso de anestesia general (que deja a los pacientes inconscientes), EVBL es mínimamente invasivo. Esto significa que el procedimiento se puede realizar sin grandes incisiones. Por esta razón, es una opción mucho mejor que las cirugías tradicionales para aquellos que tal vez no estén lo suficientemente sanos como para someterse a procedimientos extensos.
La mayoría de las personas se recuperan muy rápidamente después, lo cual es otro gran beneficio del procedimiento EVBL. La mayoría de los pacientes reportan solo un ligero malestar. De hecho, la mayoría de las personas pueden reanudar sus actividades diarias entre 1 y 3 días después del tratamiento. Esta es una excelente noticia, especialmente para aquellas personas que no quieren perder demasiado trabajo o escuela debido a un procedimiento médico.
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